«La mortalidad materno-infantil en la región de Kpakpamé es de las más altas que existen: 193 por cada 1.000»

Participamos en un proyecto en Benín que incluye la construcción de un pozo, una maternidad y un área de hospitalización

Una de las principales medidas de prevención frente al covid-19 es lavarse las manos regularmente. Una acción que parece muy sencilla, pero, ¿sencilla para quién? Miles de millones de personas en todo el mundo siguen careciendo de acceso al agua, saneamiento e higiene, según un informe de UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Alrededor de 3.000 millones de personas carecen de instalaciones básicas para el lavado de manos, por lo que, para algunas regiones del mundo, entre ellas África subsahariana, seguir los consejos en materia de higiene para enfrentarse al coronavirus es de todo menos una tarea sencilla.

Pero el acceso a agua, higiene y saneamiento no es solo esencial frente al covid-19, sino que es fundamental en todos los aspectos de la vida cotidiana. Por este motivo, en Fundación Recover nos hemos propuesto mejorar el acceso al agua en la comuna de Za-kpota, en Benín, a través de la construcción de un pozo.

Este objetivo se enmarca dentro de un proyecto más amplio que desarrollamos junto a Energía Sin Fronteras y Fundación Salvador Soler Y es posible gracias a la firma de un acuerdo con Fundación Juan Entrecanales de Azcárate, por el que se nos ha concedido financiación para un proyecto a tres años por valor total de 180.000€, a lo que se une la ayuda recibida de Fundación Ordesa. Trabajando en red, podremos construir y equipar las áreas de hospitalización y maternidad, así como asegurar el acceso a agua, saneamiento y energía en el centro médico San Martín de Porres de Kpakpamé (Benín), gestionado por las Dominicas de la Anunciata, presentes en Benín desde el año 1987 y responsables del proyecto integral que se quiere abordar.

Ya se ha excavado un pozo de 45 metros de profundidad y se ha construido una torre con depósito de 3 m3, lo que da servicio suficiente a las instalaciones existentes actualmente en el dispensario; y se verá ampliado cuando contemos con la hospitalización y la maternidad finalizadas.

Además, las obras de la maternidad están muy avanzadas; ya están rellenando con arena el interior de las salas y, en paralelo, cavando con taladradora la fosa de las letrinas. También están ya instaladas las placas solares de nuevo y, si todo va según lo previsto… ¡Kpakpamé tendrá una nueva maternidad antes de que acabe marzo!

Contexto y entorno

Kpakpame está situado en la Comuna de Za-Kpota, una región que cuenta con unos 133.000 habitantes en una superficie de 600km2. Se trata de una zona rural con una población de bajos recursos, alto grado de analfabetismo (la tasa de alfabetización se sitúa en tan solo un 26%), y alta mortalidad materno infantil (la más alta en mortalidad infantil con 193 por cada mil), debido sobre todo a la falta de recursos para desplazarse hasta los centros médicos y ser frecuente que los partos se realicen en las viviendas, de tierra y con bajas condiciones higiénico sanitarias.

En la zona solo hay un dispensario público que no tiene ni material adecuado ni medicamentos y es muy poco visitado por los vecinos de la zona. En este contexto, el dispensario de San Martín de Porres abrió sus puertas el 18 de junio de 2018. Si bien cuenta con acceso a agua y electricidad del servicio público local, presenta cortes muy frecuentes que dificultan el trabajo diario de los profesionales del centro. Por esta razón, las tres ONG implicadas estamos contribuyendo en la construcción de un pozo de agua para abastecer de suministro estable al dispensario, las 24h del día. Este pozo ofrece además la posibilidad de disponer de lavandería y en la medida en la que pueda ser utilizado por la comunidad podrá contribuir a la reducción de infecciones en un 75%.