«El voluntariado no se acaba cuando vuelves a España»

Ibon Barba, voluntario en gestión de stock en un centro médico de Camerún

“Hace unos meses, a través de la Asociación Española de Técnicos de Laboratorio, me llegó una oferta para un voluntariado internacional con Fundación Recover. Yo buscaba hacer algo diferente y me animé a apuntarme a una aventura… ¡Sin saber que al final saldría adelante!

El resultado fue un viaje a terreno para realizar un voluntariado de asesoría en gestión de stocks de farmacia y laboratorio de un hospital en Nkoulu, Camerún. En otras palabras, mi trabajo era reforzar el control en fechas de caducidad y la trazabilidad para evitar roturas de stock, así como mejorar el control económico de los procesos, lo que hace que el centro pueda ser sostenible.

Me gustaría dar las gracias a Recover, porque pocas veces se da oportunidad a un técnico de laboratorio de aportar su granito de arena. Normalmente se piden médicos, enfermeros… pero mi perfil no es tan habitual y para nosotros es muy gratificante poder tener esta experiencia internacional.

En Camerún, nos despertábamos sobre las 6 y media de la mañana, desayunábamos con la contraparte e íbamos al hospital. Trabajábamos sobre todo en farmacia y laboratorio, codo con codo con los profesionales durante todo el día. En este sentido, debo decir que trabajar con la contraparte y los profesionales locales fue una experiencia positiva. Había mucha complicidad y ganas de aprender, especialmente la profesional de la farmacia, que hizo más horas para estar con nosotros y aprender más. Me sorprendía la curiosidad que les generaba el Excel… ¡se interesaban mucho por ello!

El objetivo, la verdad, se cumplió ampliamente. Pero el voluntariado no se acaba cuando vuelves a España. Ahora llevamos a cabo el seguimiento, nos mantienen al tanto y si tienen dudas nos escriben. También nosotros les preguntamos cómo van, estamos encantados de tener noticias suyas y saber que todo sigue funcionando bien.

La verdad es que, aunque es un hospital pequeño, manejan bien las técnicas y tienen aparatos básicos pero adecuados. Es cierto que en los alrededores hay más diferencias,  pero no hay niños muertos de hambre como te cuentan en televisión. Lo que hay es una falta de acceso a los tratamientos que necesitan, lo que hace que una simple infección pueda complicarse mucho: es una pobreza diferente a la que te cuentan. Ese choque de realidad te ayuda a poner en perspectiva lo que estás viviendo, te ayuda a ser más práctico en cualquier cosa que te pasa.

Animo a toda la gente, incluso aunque crea que su perfil no encaja, a dar el paso y unirse a la experiencia de la cooperación, a veces podemos aportar más de lo que pensamos. Al final, las ganas son lo más indispensable.”