Electricidad en Camerún

La falta de acceso a energía estable: un riesgo para la vida

En Camerún solo el 20% de la población tiene acceso regular al suministro de la electricidad. Esto es especialmente alarmante en las estructuras sanitarias, pues tiene consecuencias humanas, financieras, técnicas y operativas, poniendo en riesgo la vida de los pacientes e impidiendo que la actividad asistencial se desarrolle sin incidencias . Por ello, mejoramos la instalación eléctrica de un hospital rural en Camerún con el apoyo de Hersill.

El informe de seguimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2021) relacionado con el ODS 7, donde se habla del progreso de la energía, muestra que, a pesar de los avances desde el año 2010, el progreso no ha sido equitativo y se ha agravado especialmente en zonas frágiles del planeta como es África, donde la población no puede hacer frente a los costes de la electricidad.

En el caso de Camerún, solo el 20% de la población tiene acceso regular al suministro de la electricidad, y aquellos con acceso suelen experimentar cortes en el suministro cada tres días. La electricidad es una necesidad vital en las estructuras sanitarias, pues la falta de suministro puede acarrear graves consecuencias humanas, financieras, técnicas y operativas, poniendo en riesgo la vida de los pacientes e impidiendo que la actividad asistencial se desarrolle sin incidencias.

El Hospital Saint Dominique de Djunang es una estructura sanitaria situada en una zona rural de la región oeste de Camerún, que, aunque cuenta con acceso a la red eléctrica, sufre numerosos cortes de suministro que exponen al equipamiento del centro a sufrir daños, ante la ausencia de protección de los mismos. Además, los edificios no estaban protegidos contra incendios y en el año 2021, el centro sufrió un incendio en el techo de la sala de partos, exponiendo a los profesionales y pacientes a un gran riesgo.

Por ello, desde Fundacion Recover, con la ayuda de la financiación de Hersill, tras una revisión de la instalación eléctrica por un especialista, ha llevado a cabo un proyecto donde se ha reparado la instalación eléctrica del centro; se han remplazado las lámparas, enchufes e interruptores defectuosos y se han unido los elementos de protección selectiva a través de la instalación de un cuadro general de baja tensión en el edificio principal y cuadros secundarios en otros edificios, a los cuales llega el suministro desde el contador eléctrico Eneo. Además, tras constatarse que la sección de cable a tierra era inadecuada se instaló un cable adicional, mejorando así la red de tierra de las instalaciones sanitarias y se han instalado pararrayos en distintas edificaciones sanitarias.

De forma adicional se ha adquirido equipamiento para el centro: un electrocardiograma, un analizador de orina y un aparato de hematología, al ser equipos esenciales para el centro, que actualmente cuentan con protección adecuada para no estropearse tras los cortocircuitos.

Por mucho que se consigan alcanzar algunas metas del ODS 7, si los sistemas eléctricos no están protegidos, la seguridad del entorno y de las personas, no estará garantizada. Por eso proyectos como este son tan importantes.

Si quieres saber más, visita: «Trabajamos para dar luz a un hospital en Camerún»