Natàlia Martí, ginecóloga, viaja a Costa de Marfil para supervisar e implantar mejoras en el servicio de maternidad de Bouaflé
Desde que tiene 7 años, Natàlia ha pensado en viajar como cooperante al continente africano. Ahora, a través de Fundación Recover, ha podido desarrollar esta experiencia en Costa de Marfil.
«Han sido tres semanas en las que, además de analizar los aspectos a mejorar del reciente servicio de maternidad de Bouaflé, hemos atendido pacientes en consulta y hemos podido trabajar el aspecto formativo mano a mano con los profesionales locales, especialmente con las dos auxiliares del área de maternidad.
Allí, un día normal comenzaba sobre las 6 y cuarto de la mañana. Tras compartir actividades con la comunidad, pasábamos consulta de 8 a 14h. Por la tarde, tras una pausa para comer, iba a la farmacia del dispensario donde estaba el ordenador con el que podía preparar archivos para el centro y actividades educativas o trabajar directamente la formación con las auxiliares, recreando casos y optimizando la sala de partos.
Aunque requiere invertir algo de esfuerzo motivarles a trabajar en horas de descanso o de menor actividad del centro, el trabajo con la contraparte y los profesionales locales es mutuamente enriquecedor y agradecido; estaban abiertos al cambio y tenían buena predisposición. Fue especialmente interesante aprender otras formas de abordar patologías inexistentes en nuestro medio, como es el caso de la malaria en embarazadas, adultos y niños.
Además, el taller sobre alimentación y salud que realizamos en la última semana fue muy interesante: vinieron muchas mujeres y hablamos de diversos temas relacionados con la salud que fueron surgiendo. Lo hicimos porque creo que es importante que tengan el centro médico como una referencia, no solo un sitio para cuando se está enfermo. Si mensualmente la gente se acerca a una charla o a un taller grupal organizado para promocionar el centro y sensibilizar en temas de salud, podrán ver que sus profesionales se implican y no solo por trabajo, sino que va más allá. Verán que se comprometen, que es vocacional.
A nivel cultural y antropológico, conforman una sociedad interesante y la experiencia de conocerla más de cerca fue estupenda. Particularmente, resalto la posición de la mujer en África, a menudo poco valorada a pesar del gran papel que imprime en la sociedad. Algo que sin duda destaco es el calor de la gente, cómo se ayudan entre ellos. Puede que el hecho de tener menos recursos favorezca que haya más intercambio. Todo el mundo vive en comunidad, en familia, entre vecinos. Es una red inmensa y creo que eso es muy positivo a nivel individual.
Como aprendizaje a nivel personal, me llevo ese gran sentimiento de pertenencia, de compartir y de ser parte de su día a día. A nivel médico, además, me llevo el aprendizaje de que con poco puedes hacer mucho: si le dedicas tiempo y actitud puedes compensar la falta de medios.»
