La salud no puede moverse por modas: llamada a la movilización y solidaridad

«El efecto de la pandemia, en convivencia con otras epidemias y enfermedades endémicas en Camerún, pasa factura»

Reflexiones de Isabel Fernández y Rosi García
Médicas del centro médico de Bikop (Camerún)

Centro de Bikop

«Al principio, la población en Camerún tenía miedo y fue por ello que, entonces, se tomaron medidas más restrictivas, como suele suceder cuando la preocupación sacude y despierta a los países de África subsahariana con cada pandemia. Conforme se iba viendo que el avance del covid-19 no iba a ser tan agresivo, hubo un relajamiento generalizado. De hecho, ahora preocupa mucho más la crisis económica que el virus y no hay una significativa alteración del día a día.

En este contexto, resulta difícil concienciar y sensibilizar a la población de la existencia del virus y de la necesidad de continuar extremando las precauciones usando medidas de protección y respetando el distanciamiento social. A pesar de que los medios de comunicación oficiales siguen informando de la evolución de la pandemia e insistiendo en el uso de medidas de prevención, todo esto parece tener poco impacto en la población.

Hemos percibido un aumento de casos desde enero y estamos alerta pero, en definitiva, el covid19 no parece ser una prioridad. Ni siquiera parece que preocupen en exceso las vacunaciones. Por su parte, el Gobierno de Camerún todavía no ha notificado ningún programa al respecto y, como casi se considera una enfermedad exclusiva del extranjero, la gente no ve necesaria la vacunación.

Lo que sí echamos en falta, al menos en los hospitales privados, son medios de diagnóstico, porque el Gobierno ha recibido apoyos económicos y de materiales pero está siendo necesario descentralizar la acción preventiva y curativa. En Bikop hacemos test PCR y de anticuerpos pero no están financiados ni por el Gobierno ni por organismos externos, lo cual dificulta el diagnóstico y seguimiento de los enfermos.

Por todo ello y porque la realidad de África es otra (paludismo, SIDA, hepatitis, cáncer, malaria…) hemos de destacar que la verdadera prioridad que se pone en evidencia debería ser la creación de una política clara de salud pública sin dejar olvidada ningún tipo de enfermedad.

El error es que ahora las ayudas y la financiación se están viendo limitadas al tema del covid19, pero la salud no puede moverse por modas, pues detrás están vidas humanas, y muchas. El hecho de que esté descendiendo la atención a otros problemas de salud, epidemias y enfermedades endémicas, detrás de las cuales siguen estando en juego las vidas de muchas personas, se pone de manifiesto, una vez más, la necesaria movilización de todos los países y la solidaridad mundial.

Por todo lo que cuentan Isa y Rosi, este 2021 reforzamos nuestros proyectos en África de malaria, diabetes o VIH, porque es fundamental mirar más allá del covid-19 y trabajar en paralelo.

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